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vicenteperu

ACTIVIDAD CON LOS NIÑOS DE UN ALBERGUE 1/2

ACTIVIDAD CON LOS NIÑOS DE UN ALBERGUE  1/2

PREPARANDO LA ACTIVIDAD

 

Ya lo tenemos pensado: el domingo 19 de octubre nos vamos a un Sumawasi. Un albergue de niños huérfanos o con  grandes problemas familiares de una institución muy amiga y muy querida: CIRCA.

Al habla con sus directores acordamos hacer una procesión del Señor de los milagros por los alrededores, no hay que olvidar que estamos en su mes, futbol, conversatorio...

Ahora toca invitar a los amigos. Yo estuve dando unas charlitas sobre formación para el amor a chicos de 5º de secundaria y en uno de los grupos salió: ¿Cómo se prepara uno para ser generoso en el matrimonio? Siéndolo desde jóvenes ¿Por qué no lo practican viniéndose conmigo a un albergue? Les parece bien a varios. En un segundo encuentro ya sólo "pueden" venir dos. Quedamos para el círculo del sábado, que es donde se acaban de montar las cosas, voy a esperarles a la puerta de su colegio, y... nada. Pero para eso estamos, para sonreír en todas las circunstancias. Hicimos varios intentos de este tipo y nos vinieron dos nuevos que no pasaron por el círculo de preparación. Los dos se fueron el domingo, de frente a la actividad. ¡No somos nadie!

Son muchas horas las invertidas y cabe plantearse: ¿a quién predico? A la filantropía, al servicio solidario,  a Dios, a la Milicia, a Vicente Guillén? No es fácil la respuesta, ¡Hójala hiciese lo más correcto!

El círculo tiene dos secciones: en los pequeños diseñamos un poco la actividad y les repartimos las cosas que tenían que hacer: fundamentalmente el cuidado de las andas controlando a los que las llevan y teniendo el honor de ser ellos mismos los que empezasen a llevarlas. También tienen su misión en el conversatorio que tendremos y algunas otras cosas. A los mayores no se les dice lo que tienen que hacer. Se suelta  el problema en el círculo y ellos dan sugerencias y se reparten las cosas que  van saliendo. Cuando acaba el círculo cada uno se capacita en su misión.

Los más adultos, ya habíamos hecho otras labores de base: hablar con el matrimonio que dirige el albergue, comprar con nuestro dinero un cuadro del Señor de los Milagros, añadir lo necesario a unas andas para podre llevarlo sin que se caiga (este diseño le mejoramos sobre la marcha pues nada más empezar, se me cayó en la cabeza), buscar el horario de los autobuses urbanos, alistar la megafonía,...

Con frecuencia se olvida uno de los ingredientes más importantes: Si el Señor no construye la casa, en vano se afanan los albañiles (salmo 127). Hay que pedírselo y llorarle. La verdad es que cuando escribo esto, no sé si lo hicimos o no. Con frecuencia soy como las campanas que invitan a Misa pero se quedan fuera, hago actividades, pero no pido por ellas.

 

En la foto unos niños de ese hogar, pero de hace años. No tengo ninguna foto de la actividad.

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