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vicenteperu

MI CORTO REGRESO A ESPAÑA

MI CORTO REGRESO A ESPAÑA

Llegué de nuevo a España. Una España en crisis, pero la diferencia de nivel con Perú, es muy grande,  aunque, gracias a Dios, como éste crece más deprisa, pronto serán iguales. No es igual la iluminación de las Navidades, ni el interior de las casas ni la calidad de los trajes de las señoras. Cuando estuve por Salamanca y me asomé a la Plaza de Armas, me preció preciosa con su iluminación y más todavía por una especie de belén de luz que había en el centro.

La diferencia de nivel es muy notoria, pero con agudos contrastes internos. Tengo un amigo de unos 32 años que nunca ha conseguido un trabajo de más de una año y de nuevo, ahora está en paro, pero desde joven tiene su carro. Las casas están mejor amuebladas que las de Perú. Según parece por los diversos premios obtenidos, el aeropuerto de Lima es el mejor de Hispanoamérica, pero llegas al terminal 4 de Barajas y no tiene ni parecido. Eso a pesar de que la cuarta parte de los españoles en edad de trabajar están en paro. Consecuentemente se ve en la calle pedir limosna a mucha gente madura, de menos de 50 años y en el colegio se desmayan algunos alumnos, seguramente por falta de alimentación. Funcionan a todo rendimiento comedores gratuitos en cáritas para niños y grandes con una sección de lo que técnicamente se llama “mendigos vergonzantes”: personas de un nivel medio que están en la pobreza y les da vergüenza asistir a estos comedores públicos y les atienden de forma reservada.

Estuve hablando con mi hermano de la bandera. Desde hace unos 10 años, ya no me importa decir en alto que soy español y tampoco me importaría tener una bandera en mi habitación. Al día siguiente me compró una de un metro de larga. Cuando pasé por Salamanca la tuve colgando del armario y cuando llegue a mi casa arequipeña, la pienso poner en la pared, pero no esa, sino una pequeñita y otra del Perú y, si pudiese, otra de del mundo, como creo que no existe, tendré que inventármela con una foto de esas que hacen desde los satélites en que se ve la bola azul con muchas nubes. Esos son mis amores en tema regional. Entre todas, que ocupe menos de un folio, para ponerlo en la pared, delante de mí, que es donde pongo las fotos de actualidad para acordarme y pedir por los que aparecen.

Hablando de las fotos, esta vez sólo me he traído cuatro, una invitación de bodas y el dibujo navideño de una vecinita que pondré por temporadas de dos en dos en la venta para pedir por los correspondientes.

4 comentarios

j -

Ves diferencias entre Perú y España. Y Perú va avanzando para buscar un nivel parecido a España. Es bueno saber de primera mano esas diferencias.
Pero hay visiones que nos separan 4000 kilómetros y visiones que nos separan 200 kilómetros. Dentro de España hay diferencias en las calles, cada ciudad tiene sus propias; no es lo mismo la mendicidad o las luces de navidad en Salamanca, tal como lo expresas, que en Toledo. Son formas distintas de vida, de economía de buscar soluciones personales. Supongo que con Perú también habrá diferencias de organización social, de la forma de ver los problemas de forma individual y colectiva.
Es bueno saber lo que otros piensan y/o hacen, y coger lo que de aplicable tienen a mi caso o sociedad. Ver que las diferencias no son buenas ni malas, o que las sociedades no son buenas o malas, solo distintas. Depende de cada uno aprender de lo demás para avanzar hacia lo que por aquí denominan convergencia.
Solo son ideas. Nada importante.
Saludos.

Vicente Guillen -

Estimado comentarista. Dentro de poco espero poner una foto de lo que he hecho.
De la segunda parte de tu comentario, quizás te guste ampliarla para que la entendamos mejor. Yo la entiendo mal
Un saludo

j -

Sobre banderas, mirar en la ONU, la de todos y todas; sobre fotos, también hay nocturnas de la tierra con las luces/consumos.
Hay diferencias de economía global/estructural y de cultura/personal. Es bueno saber de otros, es bueno buscar caminos propios. Saludos.

MANUEL GUILLEN -

Has exagerado en tus impresiones de España, Dudo que haya habido nunca algún niño que se haya desmayado por hambre y menos en el colegio.
Un abrazo fuerte.