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vicenteperu

El Señor de los Milagros, procesión truncada

Este sábado vamos a tener una actividad bien curiosa. En principio iba a ser otra: organizar una procesión del Señor de los Milagros entre los muchachos de un albergue de niños huérfanos o con padres que no les pueden alimentar y nosotros. Nosotros somos los de secundaria de la Milicia y los que hemos ido invitando de un colegio (Instituto) y un par de universitarios conocidos que nos van a ayudar. Los del albergue ya habían repartido hojas informativas por las calles donde íbamos a pasar e incluso había unas cinco familias dispuestas a armar un altar en la puerta de su casa y varios muchachos dispuestos a echar su discursito por el método del seglar, pero al conectar con el sacerdote nos dijo que acababan de hacer la procesión parroquial del Señor de los Milagros que había pasado por allí  mismo y no debíamos hacer otra.

Se acabó. ¿Qué hacer ahora? ¿Dejarlo, renunciar a ello y dedicarnos a jugar al fútbol  o ver una película? NO. Nos revelaremos contra las circunstancias y este sábado intentaremos hacer algo apostólico activo.

…..

Han pasado los días y puedo contar como acabó la actividad. Si echamos un partido con los niños del albergue, nos invitaron a unas cosas que tenían por allí y luego nos preparamos para salir a la calle. Primero rezamos tres misterios del rosario y luego dividimos a la gente en tres grupos. Del colegio sólo vino uno y de los universitarios, ninguno, así que contábamos con los nuestros y los del albergue. Hicimos tres grupos de unos 7 niños. A la cabeza de cada uno había uno un  poco mayorcito, de unos 15 años. Como preparacióny simulamos una visita a una casa. Cada grupo la interpretó, todos la comentamos y luego salimos a la aventura. Cada grupo tenía 7 rosarios para repartir en las casas. Previsiblemente al abrir la puerta, se presentaban, regalaban el rosario y leían un texto de la biblia: el del evangelio del domingo.

Todos lo hicieron bien y no tuvieron dificultades salvo que alguna familia no quiso atenderles. A otros les invitaron a gaseosa y algo de comer.

Todos volvieron contentos y en cuanto llegamos al albergue, ya estaba preparada la comida. Caldo blanco de ellos para todos, arroz y dos huevos fritos (nuestros) con algo más de segundo y el patio para correr de tercero. En un rincón había una caja con manzanas que cada uno podía coger lo que quería. A las 4 de la tarde nos retiramos los militantes al Hogar. Allí comentamos la actividad y diseñamos la siguiente que es la VIGILIA DE LA INMACULADA.

Si puedo añado alguna foto

Un abrazo

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