MI AMIGO MANOLO AMORÓS

En esta breve galería de personajes ilustres de mí alrededor, aparece Manolo. Es el jefe de la casa y procede de la cruzada de Madrid. Lleva muchos años en el Perú y también ha estado en el intento que hicimos en Chile. Es el complemento adecuado para los que estamos aquí: Joaquín se dedica sólo al apostolado y yo al 70% y podría parecer que el ser cruzado es dedicarse en cuerpo y alma a estas actividades, olvidándose de la parte profesional. Él se dedica sobre todo a la profesión. Da clases de Lengua y Literatura en una escuela de magisterio. Ha ido pasando de un simple oficinista madrileño de los de antes, sin siquiera tener el bachillerato superior, a maestro, licenciado y ahora está haciendo el doctorado. Aquí es más fácil que en España pero en todo caso, las 25 horas de clase más las cosas de casa más el doctorado ya es una buena carga.

Otra característica sobresaliente es su servicialidad. Entre otras muchas cosas se le nota en que en el comedor es el primero que se levanta a por cualquier cosa que falte, y también es el que se dedica a calentar la cena.

 

De mí, os diré que este fin de semana he dado una especie de ejercicios de dos días (aquí son así la mayoría y sirven para poco, pero… es lo que hay). Entrar en esos ambientes es un poco emocionante, no conoces bien la casa, la gente eran “invitados” casi desconocidos y si por lo menos llevase bien preparado lo que tengo que decir…

La casa estaba en un pueblecito tradicional llamado Chiguata, con iglesia colonial y a 3.200m. de altura. Por la noche hace bien de frio y las casas están casi sin ningún aislamiento, así que cuando estuve hablando con un muchacho a eso de las 10 de la mañana, le encontré frotándose el brazo y es que se le había quedado fuera de las frazadas y todavía le dolía del frio que había cogido. Luego sale el sol y se está muy bien.

Manolo es el de la izquierda de la foto, después está Fonso Tapia, el P. Morales, José María y yo. También es el que hace de papa en la carta anterior.