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vicenteperu

Cuando llegué a la SELVA, se la acababan de llevar

Cuando llegué a la SELVA, se la acababan de llevar

El 8 de diciembre por la tarde me fui en avión a Lima, 1000 Km de distancia, como Burgos – París. Dormí y la mañana del 9, hacia las 12 salí para la puerta de la selva: San Ramón, donde está de párroco el militante burgalés Fonso Tapia. 20 soles (5€) de billete, un autobús estupendo, 300Km de distancia y… 8 horas de viaje. Todo sorprendente. Por el tiempo que se tarda te puedes imaginar una carretera, que asciende desde el nivel del mar a los 4.800m y luego baja hasta los 800m, donde el tramo recto más largo es de poco más de 50m.

Cuando llegué a San Ramón era de noche y no vi nada de selva, pero hacía calor, llovió hasta la madrugada y estaba toda la casa llena de bichitos. A media noche me desperté porque se me movía la cama. Me asomé y vi que era una mancha de cucarachas que la habían subido en volandas y se la llevaban. En cuando encendí la luz, se fueron yendo y ya no me molestaron más.

A la mañana siguiente fui con tres seminaristas y un joven de la parroquia al lugar donde les iba a dar unos ejercicios de 5 días: Oxapanpa. Si lo buscáis en internet veréis la curiosa historia de este pueblo de origen alemán.

Por el camino fui viendo que ya no había selva. Los inmensos bosques se habían convertido en arbustos y monte bajo, por supuesto que todo verde, pero con pocos árboles. El motivo: la tala indiscriminada y devastadora. Hace algunos años, en ese pueblo llegaron a funcionar 22 serrerías día y noche. Ahora quedará una a lo sumo. Está prohibida, pero la coima (soborno al policía) hace destrozos. Es tan rentable como el cultivo de la coca pero menos arriesgado, pues si te cogen no te llevan a la cárcel. Así que hace unos 20 años, había selva, pero ahora sólo quedan unos pocos árboles de reforestación, como los que se ven en la foto. Con perspectiva histórica, 20 años es como el día de ayer o inclusive el de hoy por la mañana, por eso la afirmación de que CUANDO LLEGUÉ A LA SELVA, SE LA ACABABAN DE LLEVAR.

Uno de esos días, estuvimos hablando con un monaguillo de 10 años y le pregunté

-¿Has visto alguna vez una serpiente o alguna culebra?

- Noo

-¿Has visto algún mono?

-Noo

-¿Has visto alguna vez un triguillo (gato montés muy grande)?

-Y eso ¿qué es?

Su padre era serrador de árboles. Se iba los domingos por la tarde a la “selva” más interior y volvía el sábado a comer.

El retiro quedó bien, por lo menos a mí si que me hizo efecto.

Un abrazo muy fuerte para todos los amigos y en especial para Pepe que es la primera persona a la que le di un retiro (ejercicios espirituales) y para Ricardo, Garci y Moisés, a los que les di el segundo

Mañana me voy a un campamento en las cercanías de Lima. No volveré a escribir hasta aproximadamente el 22.

 

1 comentario

manuel -

Muy7 interesante tu contacto "selvático" y el viajecito hasta allá, aunque a mi me parecía que selva, selva tan cerca de Lima NO podía haber mucha. Por aquí hace un frío que pela y el paro ya alcanza a más de tres millones de trbajadores. Hay epidemia de gripe pero de momento todos estamos bien. Un abrazo fuerte, Hermano.