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vicenteperu

COSTUMBRES PERUANAS.

COSTUMBRES PERUANAS.

 

Estuve en el entierro del abuelito de un militante en Arequipa. Muchas cosas del exterior eran parecidas a las que conozco. El velatorio en un local dedicado a esos menesteres, sin que nadie tomase (bebiese cerveza o algún tipo de alcohol) ni nada. Nos servían coca-cola y gaseosas y unas bandejas con galletas. Lo curioso aparece con un señor sentado ante un órgano electrónico cantando huaynos, canciones típicas de los andes, de origen inca, que suelen ser tristes y con frecuencia con señoras poniéndoles los cuernos a los señores. Les doy un par de enlaces para youtube con huaynitos.

  http://www.youtube.com/watch?v=k1bM8pZlwtY&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=rgh1050l0G4

Las que él cantaba eran adecuadas al velatorio. Unos a otros se trataban de “hermanito” aunque fuese la primera vez que se conocían. Al final el militante dirigió una oración por su “papá” que en realidad era papá de su papá, por cierto lo hizo muy bien.

En otro velatorio que estuve nos pasaron las gaseosas, galletas y una bolsa de plástico con hojas de coca.

 

También estuve un fin de semana invitado en la casa de una persona de clase media culta de Lima. Era de tres o cuatro plantas. Tenía mucho más fondo que ancho y sólo tenía luz por el frente por lo que las habitaciones estaban comunicadas unas con otras, por lo menos por la parte de arriba para que les llegase luz a las de atrás. En la cocina había un par de bicicletas que no te dejaban pasar y sólo funcionaba una de las dos luces del techo. Tenía un par de quemadores de butano encima de una repisa y dos mesas desiguales. A continuación estaba el servicio con una puerta sin picaporte, ni agarrador, ni cerrojo. Sólo la puerta. Dentro, la taza, unas bolsas de cosas y la ducha.

En general, el desorden lo inundaba todo. Creo que todavía podía haber un poco más, pero no mucho más. Habían comprado un ventilador de pié, de esos que te los dan desarmados en una cajita con su manual de instrucciones para armarlo, pero lo habían montado mal y estaba torcido  En cuanto lo tocamos un poco para enderezarlo, se cayó la mitad de arriba. Avergonzados mi amigo y yo pensamos en como se pondría bien. Enseguida nos dimos cuenta del fallo de montaje y salí al carro a por un desarmador (destornillador) que tenía en la guantera ¡Oh! Que prevenido, lleva un desarmador en el carro, dijeron todos.

Las puertas de las habitaciones era nulas o un tablero de quita y pon, sin bisagras. Dentro no había armarios sino cosas puestas en bolsas de plástico y esas bolsas colocadas encima de otras bolsas y así sucesivamente. Algunos de los moradores habían salido muy temprano de casa, pero por la noche, seguían las camas sin hacer, como si,  acabados de levantar, estuviesen duchándose.

Me levanté al servicio a media noche y tras espantar unas cuantas cucarachas, llegué al baño y…  no había agua. Supongo que la familia la cortaba para ahorrar por los grifos que goteaban.

Me invitaron mí y a alguno más, porque teníamos que hacer unos trabajos por la tarde y por la noche pero no estaba prevista la cena para nadie, sólo unas pocas galletas. A la mañana nos fuimos a realizar otras actividades pero en el más completo ayuno. La verdad es que a mi no se me revolvieron las tripas, ni sentí hambre, no se si por que estaba muy entretenido con estos amigos o por que aquí las cosas funcionan de otra manera. Por unos u otros motivos ya llevo unas cuatro o cinco veces que me he quedado sin cenar o almorzar y tan contento.

Una foto del emblema del perú, el Machu Pichu (No conozco a los que salen en ella).

 

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