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ASCENSIÓN DE MARÍA 2011

ASCENSIÓN DE MARÍA 2011

ASCENSIÓN DE NUESTRA SEÑORA, 2011

Acabo de enviar esta carta a los cruzados y como los lectores de este blog suelen ser mi familia y amigos de los buenos, se la copio para que sirva de misiva a todos los entrañables.

La foto corresponde a una velada en el campamento de invierno de Arequipa, Uchumayo.

 

Querido amigo:

Este día no es fiesta en Perú, pero se me ha levantado el ánimo y quisiera celebrarlo de alguna manera y  hacerlo con mis íntimos. Por eso he pensado celebrarla con mis hermanos en la Cruzada y con otros. Como no se me ocurre otra cosa, les voy a contar dos reflexiones.

La primera es que, agradablemente, desde un tiempo a esta parte, en la guía y después de hablar con alguien, sobre todo si han salido temas importantes, me recuerda la Madre que acabemos con un Ave María que es una forma bonita de meterla más en la escena.

La segunda es dar gracias por la esclerosis cerebral que me va entrando. Ahora me es un poco más difícil que antes el pecar por una razón meramente humana: la esclerosis cerebral. Cuando una persona se va haciendo vieja, tiende a repetir las mismas ideas, tiene los mismos sentimientos, tiende a reaccionar de la misma manera. Al final de la vida se suele hacer muy notorio. Era impensable soñar que mi mamá, de abuelita hablase con odio o con ira contra alguien. A mi también me va pasando algo de eso y es estupendo, porque como soy cristiano, y además (aparentemente) buen cristiano, voy cayendo cada vez más hacia la esclerosis mental y por tanto tiendo a reaccionar siempre como ahora y me es más difícil reaccionar con desprecios o con avaricia y aún me suelo alegrar de las cosas buenas que le pasan a otros y no recuerdo tener ningún enemigo. El demonio sexual no ha bajado mucho, pero también y todo eso es encantador. Ahora me es más fácil la perseverancia y aún la perseverancia en la ganas de amar. ¡GRACIAS SEÑOR! Ahora el problema no es tanto que el carro vaya para adelante o para atrás, sino la velocidad a la que avanza y aún la aceleración. Pienso que dentro de poco la esclerosis me impedirá acelerar  y aquí entra de nuevo la confianza y la misericordia.

Se que este razonamiento es muy incompleto pues siempre puede uno caer, que sin la gracia de Dios no podemos nada y con su gracia todo y en ese concepto no entra el tiempo para nada Lo de Dimas, que se convierte en su crucifixión, que…, pero yo me creo un poco lo de la esclerosis y estoy tan contento. Evidentemente sólo nos salva la misericordia del Jefe, pero quizás esta “enfermedad” sea precisamente una manifestación de su misericordia, que no solo actúa en el momento final, sino que ya va haciendo su entrada triunfal en mi vida.

Las matemáticas, concretamente la estadística, también ayudan. Estadísticamente la mayor parte de los que viven mal, acaban muriendo de la misma manera y el avaro, lo es hasta el fin. Cuando estuve unas noches acompañando a mi padre en la UCI de Toledo (año 1971), en la cama de al lado estuvo un vejete, próximo a morir. Una madrugada, cuando le despertaron las enfermeras para ponerle una inyección dijo algo así: “Que pena, ahora que estaba soñando que iba por un bosque con unas jovencitas estupendas, van y me despiertan” A mí no me gustaría soñar con eso sino con otras cosas muy distintas, aunque la vedad es que no llego a soñar con dar mi vida por ayudar a otro (que siempre es un trasunto de Jesús). También las estadísticas dicen que los que son buenos, con el tiempo suelen ser acabar en óptimos y muy poquitos se corrompen.

El último regalo ha sido empezar a soñar con el abrazo, q.D.m. me dará Jesús dentro de un poco, después de la muerte y de atravesar el negro túnel. Te imaginas lo que será eso. Y detrás de Él, el abrazo de María, mi madre, mi padre, mi amigo Tomás, …(hace 15 días, entre el Espíritu Santo y yo, escribimos un artículo muy interesante sobre el tema que publiqué en el blog vicenteperu, se llama “el trocito de felicidad que me quitó Marx”)

No te entretengo más, para celebrar el día de la Ascensión de nuestra Madre, ya vale. Como ves, no se si doy mucho fruto en esta tierra, pero estoy encantado de se católico y cruzado.

Un abrazo muy fuerte.

Vicente

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