EL TIRAPIEDRAS
Realmente, cuando era un chaval español, se llamaba tirachinas y en Perú se llama resortera. En definitiva es un palo en forma de Y con unas gomas y un final de cuero donde se introduce la piedra que se quiere tirar.
Pues bien: el otro día pasé por una tienda en la que los vendían y se me antojó uno. Pero me parecía poco y pensando en regalarlo a en no sé quién, compré otros dos: en total tres. Uno de ellos lo tengo colgado en mi estantería y los otros dos mezclados con los papeles.
¿Qué sentido tiene esto? No lo sé. Yo, de niño, siempre fui buenecito, no sé hasta qué punto por conciencia de lo que está bien y lo que está mal o por miedo a que “me pillen”. Ahora de mayor, tampoco lo uso para nada. Parece como una resonancia atávica al “bad boy” que llevo dentro. Y lo malo es que tiene otras expresiones. Por ejemplo. El otro día hice la representación del chicle para los juveniles. Acaba con un muchacho que sale del colegio y al atravesar la puerta se me escapó un “al fin libre” cosa que nunca he sentido de pequeño. Y como esta, otras varias.
¿Qué podrá significar? No lo sé, pero todavía lo tengo colgado de la estantería aunque me imagino que por poco tiempo.
Por cierto, los de aquí no son con una rama en forma de Y sino con una gruesa madera cortada en esta forma
1 comentario
MANNUEL GUILLEN -
Cuando vengas podrás practicar, si quieres.
Un abrazo Hermano