AYER TUVE UNA GRACIA MÍSTICA
Hace una semana fui a una piscina cubierta y al salir noté un mareo que se me pasó a los pocos minutos. Dije: vaya, yo me creía tan fuerte y resulta que también me da el soroche. Pero eso no era nada. Ya llevo tres días con todo el organismo descompensado. Algo de frio, algo de flojera, de vez en cuando ganas persistentes de vomitar y colitis con una enorme producción de gases. Cuando he sido consciente de que se trataba del soroche, he empezado a tratarlo a la peruana: con coca, es decir infusiones de hoja de coca que venden en los supermercados como si fuese te.
Por la noche no duermo bien, doy vueltas en la cama, me levanto al servicio, tengo ganas de arrojar, enciendo la luz para mirar la hora… Como todos hemos pasado alguna noche de estas, ya lo sabemos. No hay forma de que acaben.
Al levantarme por la mañana tengo que bajar al primer piso, (En Perú casi todas las casas son del tipo adosados) y en el segundo escalón se me resbala la zapatilla y sale zumbando para un lado y mi cuerpo para el otro y clon, clon, clon… hasta 10 escalones caído de espaldas. Como no hay nadie cerca para oírme, no me molesto en quejarme y entonces… la gracia: Jesús me regala el pensar: Yo vine a Perú a ayudar a los demás y hasta ahora he hecho muy poco, pues puedo ofrecer lo de esta noche y el moratón de la bajada de la escalera. ¡Ya he hecho algo! Y me quedé tan contento.
Ya se ha acabado. No hay más, pero ¿a que es un regalo estupendo, que además me hace vivir feliz ahora y en la otra vida?
La foto es de la capilla del hogar (mi casa) de Arequipa. Este tipo de retablos de madera cruda, se usa mucho por aquí.
El domingo estuvimos en una romería en Quilca (Camaná). Ya os lo contaré.
2 comentarios
Adriana -
Anónimo -
Saludos.