EL MENDIGO DE PANCORVO EN AREQUIPA

 

El viernes fui a Misa de 8 de la mañana a la iglesia de las Carmelitas. Quería hablar con ellas para concretar cosas de la Misa de mes por Manolo que se celebrará este miércoles 6. Al final de la Eucaristía me percaté de la presencia de un típico mendigo. Algo mayor con una bolsa enorme llena de plásticos y cosas sin valor, con el pelo largo y mal afeitado, con la ropa vieja… Se acercó a comulgar y después se fue hacia un lateral por la parte de adelante. Desde hace algún tiempo tengo intención de dar hasta un sol diario en limosnas (salvo circunstancias mayores) y pensé que aunque él no había pedido nada, simplemente estaba de rodillas en el suelo convenía darle algo. Me hacer qué, saqué las monedas y al írselas a dar, levantó la cabeza, me sonrió y me dio las gracias.

- Muchas gracias pero no lo necesito. Yo soy muy devoto de la Virgen del Carmen que siempre me va dando lo que me hace falta y hoy ha madrugado mucho. Ya tengo todo lo necesario. Muchas gracias.

Yo me fui a lo mío y él siguió rezando.

Ya se ha acabado. Ahora caben muchas reflexiones. Puedo empezar por mí mismo. ¿Si me reglan dinero, yo doy las gracias y digo que no lo necesito? ¿Qué es ser rico? ¿Tengo esa confianza en Dios para no atesorar nada para el día siguiente?

 

En la foto cuando le depositan en el patio del colegio y hace “guardia” ante él la escolta de los alumnos del último año